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2018

DIEGO POLO VICENTE – SI NO EXISTIERA, HABRÍA QUE INVENTARLO

No suelo hablar mucho de la historia de mis deportistas pero, en estas fechas de hacer balance, haré una excepción. Bien es cierto que esta idea nace desde el momento que tras las vallas que separan la zona de meta del maratón de Valencia, Diego me busca con la mirada esperando mi llegada, me encuentra, me pregunta, le contesto y le devuelvo la misma pregunta y me responde que 2h 25min. Ese fue el motivo que me hizo rebobinar y analizar todo el camino que ahora os cuento.

Conocí a Diego en un patio de un instituto. A Diego le gustaba la Educación Física y aquí hay que destacar la labor que pudieron hacer por aquel entonces mis compañeros Carles Girbés, Nati Sobrevela y Pedro Bernatto “el maestro”. Llamaba la atención como le encantaba dar vueltas al campo de arena de fútbol en las “clases de resistencia”, mientras otros se hacían el remolón.

Diego terminó su Bachiller, entró en la Facultad, yo cambié de trabajo, pero el azar decidió que nuevamente nos volviésemos a encontrar. Concretamente, en una carrera del circuito de carreras populares de la ciudad de Valencia. En la Volta a Peu es Posible. Ese día cruzamos la línea de meta sin pena ni gloria, pero cuando tuve aliento para poder hablarle, decidí contarle mi proyecto de club. A Diego le gustó y empezamos una nueva relación. Ya no eremos profesor y alumno. Ahora somos amigos.

Diego estaba, no diré obsesionado con la distancia de Filipides, pero casi. Quería correr varios maratones al año. De hecho, aunque sin preparación alguna, ya venía con una marca de referencia: 3h16min de Valencia 2012. Así que mi primera misión fue hacerle ver que había más vida a parte del maratón, que era muy joven (23 años) y que, por no cortarle la idea de raíz, con uno al año había suficiente. Y empezamos a entrenar juntos.

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Como muestra la última fila de la tabla, las 2h 25min de Maratón Valencia 2018, supone una mejora de algo más de 50 minutos de su marca de origen. Diego es mi primer corredor en correr por debajo de 2h 30min esta distancia. Diego, bajó (en tiempo real) de 69 minutos en Media Maratón también este año y tenemos ya en el horizonte la intención de correr por debajo de 31 minutos en 10k. Diego también tiene marcas aceptables en pista desde 1500 hasta 5000ml y la idea también es pellizcar alguna de ellas esta próxima preparación.


Pero la historia atlética de Diego no ha sido un camino de rosas. Como todo deportista que haya conseguido un logro destacado, Diego ha tenido momentos malos en lo deportivo. Especialmente en 2016, precisamente el año en que consiguió sus mejores marcas en pista, ya que finalizó la temporada de pista con unas molestias en la pierna que se tradujeron en una calcificación y que nos obligó a renunciar a la preparación del Maratón de Valencia de 2016. Hubo que parar, coger aire, aprender y tener paciencia.

Y en estos momentos difíciles, es donde uno debe apoyarse de la gente que nos rodea. Afortunadamente en nuestro camino a la preparación al maratón, porque fue con Diego y conmigo mismo con quien rompí mano como entrenador en esta distancia, nos hemos encontrado con muy buena gente. Si la memoria no me falla, los primeros en unirse a esta locura fueron nuestros hermanos de zapatilla. El comandant (Alex Aparicio) vino con varios de sus hermanos, para formar un grupo que para mí fue y es algo más que una experiencia profesional. Recuerdo a Borja, a Julián, a Julito, a Josete… y a todos los que aún continúan compartiendo batallas a día de hoy. Algunos no los entrenaba yo, me hubiera encantado, pero eran indomables.

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A ese tren tampoco faltaron los Llamazares, el gran Salva Castro y, por supuesto, mis atletas de pista (que no caben todos en este relato). Y gracias a todos ellos, gracias a la familia Polo Vicente, Diego hoy es la persona integra que es. Por supuesto que no es perfecto, como no lo es nadie, pero os aseguro que es un auténtico placer tenerlo como amigo.

Se que muchos de mis deportistas merecen unas líneas como estas y yo espero poder seguir contando historias como la de Diego, que no termina aquí, durante muchos años.

Salud y km.