23
04
2017

CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Desde que pasó la Media Maratón de Riba-roja de Túria (5 de marzo), he retomado medianamente mis entrenamientos, previo periodo de descanso obligado por cuestiones organizativas de la prueba y la consecuente sobrecarga laboral. Básicamente he estado haciendo 4 sesiones a la semana inicialmente con rodajes aeróbicos, introduciendo cambios de ritmo, algún interval de 200m y un par de series de 1000 y 1500m. Aeróbicamente, se podría decir que no he perdido mucho ya que los ritmos se asemejan bastante al periodo previo e incluso las sensaciones y frecuencia cardíaca son algo mejores. El pasado 26 de marzo participé en la 6ª Carrera Universitat de València – Servei d’Educació Física i Esports consiguiendo un promedio de carrera de 3:31/km (Garmin) que para mí era toda una sorpresa dado que ni tan siquiera había introducido el entrenamiento fraccionado. Así que mi intención a corto plazo, era conseguir un promedio sub 3:30/km en la 3ª Carrera Never Stop Running «Nunca te rindas» sobre 5km, sin perder la vista en objetivos más importantes.

Y claro, ya te planteas entrenar con algo más de rigor. No sólo utilizar rodajes continuos. Y es cuando introduces el entrenamiento fraccionado. Como consecuencia de ello, estaréis esperando que os diga que hoy he conseguido mi objetivo y que me encuentro súper feliz. Pues va a ser que no!!! Hoy mi musculatura isquiotibial (que ya me venía avisando en los entrenos) me ha puesto contra las cuerdas. Entre el km 2 y 3 me decía (aquello que siempre digo de escuchar al cuerpo): ¿Vas a llegar a meta corriendo el riesgo de romperte? ¿O prefieres parar y que todo quede en un mal menor? Y como uno ya tiene algo de experiencia, al paso por el km 3 (10:18) he optado por salirme, llegando trotando a meta contemplando el final de carrera de los primeros clasificados. Cardiovascularmente me daba para llegar a meta, pero muscularmente era muy arriesgado.

Luego llega el tiempo de análisis. Y es cuando piensas: “En casa del herrero, cuchillo de palo”. Si siempre he sido un defensor del trabajo de fuerza, ¿Cómo es posible que no lo aplique sobre mí mismo? Pues excusas las de siempre. Ya hablé de ello en el I Congreso Profesional de entrenamiento personal del que recupero un par de diapos. La primera habla de la problemática de los corredores de resistencia a priorizar el entrenamiento de la fuerza al mismo nivel que las sesiones llamémosle de carrera. Porque posiblemente, las cuestiones que me han surgido en la carrera se deban a un trabajo de fuerza inexistente por mi parte desde hace meses (desde el paron del mes de febrero). Sin ese trabajo posiblemente: 1) Tengamos problemas para ser más rápidos en una distancia concreta y 2) Tengamos problemas para correr más tiempo a una misma intensidad. Dicho de otra forma, sin trabajo de fuerza LIMITAMOS nuestra progresión. Y nos llegan las descompensaciones, y nos vemos obligados a parar (más o menos tiempo). Y perdemos CONTINUIDAD, siendo una de las claves demostrado científicamente que nos va a hacer rendir mejor. Porque probablemente, detrás de vuestras buenas actuaciones esté un tiempo de entrenamiento relativamente prolongado, donde el proceso de entrenamiento se ha desarrollado prácticamente sin altibajos ¿O me equivoco? Y lanzo otra pregunta para los que no trabajáis esta cualidad y buscáis sacar vuestra mejor versión con el dorsal en el pecho ¿Cada cuánto tiempo os aparecen molestias?

diapo 1

La fuerza es una cualidad física que, como ilustro en la 2ª diapositiva, tendrá un fin profiláctico (prevenir lesiones) y por otro lado nos hará eficientes (consumiremos menos energía a una misma velocidad). Con lo cual perseguiremos la continuidad en el entrenamiento -uno de los principios básicos- y mejoraremos nuestra economía de carrera.

El cómo desarrollarla en función del momento de la temporada ya es motivo de otro debate, pero el cuándo ya os adelanto que toda la temporada, jugando con los medios existentes.

diapo 2

Así que la decisión está tomada: Inicialmente me pondré en manos de mis compañeros de Nisa Salud Deportiva para que vean que es lo que hay en mis isquiotibiales y acto seguido me comprometo realizar una sesión de fuerza a la semana, porque además tengo delito, ya que tengo más que suficiente en las instalaciones en las que trabajo. Y no os olvidéis, si tenéis tiempo para correr, posiblemente tengáis tiempo para trabajar la fuerza.

Al final de una experiencia negativa, siempre se pueden sacar buenas conclusiones.

Salud y km.